viernes, 14 de agosto de 2009

En un retrato

No puedo creer que aun este frente a la chimenea observando al fuego bailar al compás de aquella vieja melodía de vals, esa pieza alojada en un antiguo disco de vinillo que cada noche de melancolía, como esta, desempolvabas y ponías en aquel antiguo toca discos de la sala. Y mientras sonaba aquella canción, te acercabas, y con un abrazo tierno me decías que todo tiempo pasado a mi lado había sido bueno, y que aun vendrían tiempos mejores, y yo como si de una quinceañera enamorada se tratase creía cada una de tus palabras, y sin más, me dejaba arrastrar por ti, y luego sin querer me encontraba en medio de la sala bailando gozosa entre tus brazos, con la mente en blanco, y mis ojos cansados se posaban sobre tus hombros, mientras al oído me contabas uno de tus grandes historias de princesas, caballeros y dragones, los cuales siempre terminaron en un: vivieron felices para siempre, que cambiaban mis lágrimas por sonrisas, sonrisas interminables e infinitas.

¿Recuerdas cuantas veces intente botar aquel toca disco?, pero tú insistentemente lo recogías una y otra vez de la basura, diciendo que aquel adminículo de madera añeja era pieza importante del más dulce puzzle de tus recuerdos, pero que sin embargo yo encontraba tan tosco y de mal gusto. En ese entonces no entendía tus palabras, mas ahora han pasado a ser prácticamente mías.

¿Bailamos?.

¿Era así como bailábamos?, ya no lo recuerdo muy bien, mi memoria no es lo que era antes, se ha vuelto frágil como mi cuerpo, y ha olvidado muchos de los dulces recuerdos a tu lado. Como muchos otros que supongo también fueron gratos. Creo que lo único que no ha cambiado han sido mis lágrimas, siguen cayendo de la misma forma que en aquellos años, pero ya no están tus hombros, y ya no son los recuerdos los que hacen caer estos pequeños cristales que según tú cortaban delicadamente mi rostro y que te hacían tanto daño, si no la desesperanza, esta soledad que no me avandona y que hunde lenta y despiadadamente su puñal de dolor y tristeza en mi debilitado corazón. Quisiera cerrar los ojos un momento y soñar contigo a mi lado o cerrarlos para siempre para volver a estar a tu lado eternamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario